miércoles, 10 de septiembre de 2008

Es una Pena

Me dirigía yo al paradero en el que diaramente tomo el bus y en el camino diviso una moneda de $10. Pienso: "oh, una moneda!" y la recojo. En el momento en que la meto en mi bolsillo pienso en todas las cosas que me dado el tiempo de recoger del suelo y, si bien piedras, palitos, semillas y vainas han abultado el saco de tela pegado a mi muslo, también me doy mucho tiempo recogiendo monedas de $50, $10 y hasta de $1!!!
Cuánta gente gastará energía en recoger dinero del suelo, piso de la biblioteca, o calle, cuánta gente no cuenta como gran aventura cuando se encontraron un billete arrugado y abandonado en medio de la acera, cuánta gente!

Y... cuánta gente ha detenido su paso para ver el color de ojos de un perro o simplemente disfrutar la brisa que viene de quién sabe dónde, cuánta gente hace lo mismo: detenerse y recoger del suelo, pero esta vez un papel o una colilla, para tirarlo a la basura?

Es un mundo extraño este en el que vivimos, en que el dinero ha pasado de ser un medio, una herramienta para facilitar la economía, de ser un algo para conseguir lo que necesitamos a ser ese algo que creemos que necesitamos.

No le pido a nadie que bote el dinero en vez de recogerlo, porque es demasiado irreal y además sería contaminar, pero sí les pido que reflexionen un poco en qué significa el dinero en sus vidas y porqué creen que lo necesitan.

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